
Atrás dejó ya una de sus mejores etapas como entrenador, puesto que logró recuperar la esencia del Real Canoe. Cogió una plantilla plagada de jóvenes promesas y colocó las piezas del puzzle de tal forma que el éxito del equipo madrileño entre este maremagnum de clubes catalanes era de esperar. La pasada temporada, el Canoe acabó la Liga regular en tercera plaza, siendo éste uno de los mejores resultados de los últimos tiempos de la entidad de Pez Volador que a pesar de ser el equipo más joven de la Liga (a penas superaba la media de los 22 años) no se amedrentó en ningún momento.
«SINÓNIMO DE WATERPOLO»
Ahora está centrado ya en esta nueva etapa en el que ocupa un rol diferente. «Es un verdadero privilegio trabajar y formarme como entrenador de la mano de Chus y poder ayudar a dirigir a estos catorce grandísimos jugadores en un club histórico como este», confiesa a WATERPOLISTA.com García, el cual dice haberse adaptado rápida a Barcelona: «tanto el club como los jugadores me lo han puesto muy fácil desde el principio».
En el waterpolo madrileño hay mucho margen de mejora; es cuestión de poner cosas en común y trabajarlas para mejorar
Por lo que respecta al actual estado de forma del combinado marinero, García no pasa por alto que el inicio ha sido espectacular tras conseguir la Copa Catalunya, la Supercopa de España, así como la Copa del Rey. «De momento estamos cumpliendo objetivos. Detrás de estos títulos hay muchísimo esfuerzo en el día a día. El equipo ha llegado a la Copa con una ambición y un juego,que ha sido imposible de parar. Creo que desde el primer día lo han demostrado y los resultados han llegado. Ahora hay que trabajar para mantener esta dinámica en todos los compromisos de la temporada», explica un técnico que con orgulloso dice sentirse uno más de la familia del CNAB: «para mi es un orgullo formar parte de un club donde se respira waterpolo con una estructura de club y de trabajo ejemplar».
En cuanto a su pasado en el Real Canoe, Mario guarda muy gratos recuerdos, puesto que entre otras cosas allí fue donde se formó como jugador, así como allí tuvo la primera oportunidad de empezar como entrenador, «así como es lógico estaré siempre agradecido, puesto que todo lo que he podido vivir en el waterpolo es en gran parte gracias a ellos». Sin embargo, se muestra crítico sobre el actual momento en el que se encuentra el waterpolo en la capital del país, ya que según éste «hay mucho margen de mejora; es cuestión de poner cosas en común y trabajarlas para mejorar. Hay muchísimos más equipos que antes y existe además un centro de tecnificación con cimientos que tampoco existían hace años. Seguro que hay muchos problemas que desconozco, pero creo que el waterpolo madrileño no está donde creo que debería estar», resalta.