Los embajadores cubanos se afianzan en Europa

El waterpolo cubano trabajo por y para dar consistencia a su proyecto deportivo que tiene como grandes retos la formación de sus entrenadores y la consolidación del trabajo con la base. Para ello es clave apostar por la participación de jugadores cubanos en Ligas europeas como la española con la intención de que sirva de reflejo para los más jóvenes del país. «La presencia en competiciones como en la croata, húngara, eslovaca e italiana ha hecho que suba el nivel de los jugadores«, comenta a WATERPOLISTA.com Antonio ‘Ñico’ Cruz, Comisionado Nacional del Deporte, quien desvela que no hay problema para que los deportistas salgan de Cuba con destino Europa. Todo ello en base a que en el año 2013 se aprobara por el Consejo de Ministros la política de contratación de deportistas, que permitió el acercamiento de waterpolistas cubanos a competiciones profesionales.

Ya en el año 2015 trascendieron las contrataciones de la portera camagüeyana Mairelis Zunzunegui y la granmense Mayelín Bernal, aunque no fue hasta febrero del siguiente año que debutaron con el equipo Agrupación Deportiva Rivas de Madrid, perteneciente a la Primera División por aquel entonces. Ellas abrieron el camino que siguieron cuatro años después el granmense Rafael Contreras y el agramontino Giraldo Carales que dieron el salto al Waterpolo Navarra de la Liga Premaat Masculina. A ellos dos hay que sumar que Bernal y Cecilia Díaz se marcharon al Szentesi Hungerit, mientras que el equipo F&D Waterpolis, de la Serie A2 italiana se hicieron con los servicios de la santiaguera Daniuska Carrasco. Estos son sólo un ejemplo del proyecto que tienen en marcha que parte con la idea de dar un salto profesional al país.

En este sentido, para el directivo cubano, la situación del waterpolo latinoamericano es positiva, ya que según explica varios son los países que llevan en marcha un proyecto insertando jugadores en ligas europeas. Países como Colombia, Perú y Brasil, que a su vez cuentan con una notable presencia en Estados Unidos y Canadá. No obstante, lo cierto que otro de los objetivos es el de generar una relación e competiciones de nivel que vayan más allá de los Centroamericanos o los Panamericanos, que son cada dos años. «El principal reto que se enfrentan en estos momentos es la pandemia del Covid-19, ya que que en Latinoamérica está bastante afectada, después de eso se pueden juntar intereses y realizar las confrontaciones que como deporte con pelota da al desarrollo en el área», sentencia.

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