El Waterpolo San Javier apuesta de lleno

Junto a su Juan Pedro Gallego, su presidente, conocemos de cerca el proyecto deportivo que continúan llevando a cabo la entidad de la Región de Murcia que tiene las ideas muy claras

El Waterpolo San Javier continúa trabajando para que su proyecto deportivo siga adelante a pesar de las complicadas circunstancias que agolpan a la mayoría de los clubes de nuestro país. Particularmente, «la vuelta del waterpolo dentro del club ha tenido gran acogida, todos teníamos ganas de volver a disfrutar de este deporte que nos apasiona. Agradecemos a la concejalía de deportes de San Javier cómo se ha volcado en esta nueva normalidad con el deporte en general y con el waterpolo en particular», reconoce a WATERPOLISTA.com el presidente de la entidad murciana, quien por otro lado, desvela que el equipo ha tenido «facilidades para poder entrenar dentro de las propias limitaciones que ya tiene la piscina al estar compartida con otras actividades como el club de natación, y las limitaciones que nos marcaba la Dirección General de Deportes, la cual puso unos protocolos extremadamente restrictivos en nuestro deporte, limitándonos prácticamente a nadar hasta bien entrado noviembre».

En este sentido, Juan Pedro Gallego explica que para ellos ha sido «una situación muy difícil debido a las continuas restricciones perimetrales que ha dejado a muchos jugadores sin la posibilidad de poder entrenar». «Ha habido momentos donde los jugadores moralmente estaban poco motivados, veían subir los casos y a veces sentían que el esfuerzo no era compensado si en breve iban a haber nuevas restricciones, y aun así cada paso positivo que se daba era celebrado con alegría. Desde nuestro club hemos aceptado las recomendaciones y protocolos sanitarios establecidos, algunos de ellos difíciles de entender si se compara con otros deportes, pero hemos preferido velar por la salud y seguridad de los propios jugadores y familiares, y el resultado está ahí…, ningún caso positivo en todo el club», puntualiza Gallego, el cual explica que se están celebrando las jornadas de waterpolo con las diferentes categorías, aunque para él «ha empezado bastante tarde en comparación al resto de las comunidades». «Nuestra primera competición de Waterpolo fue el Campeonato de España por comunidades. En la Región de Murcia la competición prevista para enero, pero un repunte bastante alto de incidencia provocó que la dirección general de deporte suspendiera toda actividad federada. Hasta abril no se pudo disputar el primer partido de waterpolo post-pandemia y desde entonces parece que se va jugando con más asiduidad«, asegura.

| Con las ideas muy claras

En esta misma línea, Gallega nos da las claves de como se está desarrollando esta competición: «teniendo en cuenta que apenas tenemos una categoría para poder competir está bastante bien. Tenemos un equipo juvenil con bastante hambre y ganas, el cual ha estado entrenando de una forma bastante seria y motivada. Cuando las restricciones lo impedían los jugadores se las ingeniaban para ir alguna piscina para entrenar y aunque los resultados no han sido los esperados desde el club venimos insistiendo en la idea de que este es un año de transición y el poder volver al agua a jugar a waterpolo ya es una victoria para todos«, asegura a la par que reconoce que el Covid-19 «ha mermado considerablemente sobre todo en las categorías absolutas ya que el toque de queda y los continuos cambios horarios hacían incompatible la práctica deportiva con la jornada laboral». «El miedo al covid y el respeto por los familiares con más riesgo también ha influido para que muchos jugadores hayan sacrificado los entrenamientos hasta que la situación de la pandemia se ha estabilizado», apunta, a la par que desvela que el primer reto «era volver a competir, sentir de nuevo esa adrenalina que te da la competición». «Ha sido un año y un mes muy duros, donde las restricciones nos impedían poder entrenar de una forma normal. Como comentaba antes hasta mitad de noviembre solo podíamos nadar, sin contacto, y sin compartir material lo cual provocaba mucha frustración para los propios deportistas que veían que otras disciplinas si estaban entrenando y compitiendo de forma normal y nosotros no. Además, tenemos la espina clavada del campeonato del año pasado ya que el partido que decidía el primer puesto se iba a disputar en nuestra piscina el fin de semana en el que se decretó el estado de alarma. El partido fue aplazado y se estableció una fecha límite para su celebración llegada la cual y ante la imposibilidad de la disputa del partido se decidió que la clasificación se quedara con ese empate en la cabeza», asegura.

En todo caso, los objetivos de la entidad pasan por «competir al máximo», aunque siempre piensan que «a nivel de club priorizamos el dar a conocer el waterpolo dentro de nuestro municipio, aumentar la oferta deportiva y hacer una estructura sólida del waterpolo base, algo que este año, a pesar de las dificultades con los cambios de horarios y la organización de grupos, hemos conseguido«, asegura al igual que da su punto de vista en relación a la situación del waterpolo en la Región de Murcia: «está todavía en pañales debido a la escasez de clubes y las dificultades que conlleva la práctica de un deporte minoritario. Llevamos muchos años luchando por darle al waterpolo la categoría que se merece dentro de la Región pero son muchas las trabas con las que nos encontramos. La federación nos limita bastante algunos aspectos que son esenciales en nuestro deporte como por ejemplo el tema arbitral. Siempre he abogado por que el waterpolo tiene que crecer de forma paralela en el nivel deportivo y arbitral pero aquí se sigue optando por un sistema arbitral similar al de natación lo cual limita mucho el nivel de arbitraje y desmotiva a los pocos que lo intentan. Es evidente que este parón ha empeorado la ya maltrecha situación del waterpolo regional. Todos los equipos hemos tenido muchas dificultades a la hora de entrenar y organizar los grupos de trabajo y nos preocupa que hay clubes que ni siquiera puedan entrenar porque su ayuntamiento ha decidido mantener la piscina cerrada. Además, no he visto mucha lucha por nuestro deporte con la Dirección General de Deportes. Es muy difícil justificar cómo otros deportes han podido competir dentro de las propias limitaciones, y el waterpolo no, siendo un deporte que se practica en agua clorada donde parece ser que el virus es más difícil de trasmitir. Pero claro como ya se sabe, este deporte no mueve tanto dinero como otros, y las investigaciones o justificación para su práctica no es tan necesaria«, concluye.

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