España cayó en la orilla ante Hungría en la final

Se repetía el partido de la fase de grupos entre estos dos gigantes, aunque esta vez para llevarse la corona europea. A diferencia del primer partido, los de David Martín entraron más que enchufados al partido, dejando claro que iban a por todas. En el segundo parcial, la selección húngara, llevada en volandas por su afición (no olvidemos que este europeo se ha hecho en Budapest), logró darle la vuelta al marcador, para poder irse con un gol de ventaja a mitad del partido. Los nuestros reaccionaron, y aunque no consiguieron empatar el encuentro, sí volvieron a ajustar la defensa y afinar el ataque.

En el último periodo, la selección española salió lanzada al ataque con el fin de darle la vuelta al marcador, pero por cada gol de España, Hungría respondía con un latigazo que volvía a darles la ventaja, hasta que, a falta de minuto y medio para el pitido final, un gol de Alberto Munarriz ponía el 9 a 9 en el electrónico. Empate que se mantendría hasta el final, a pesar del último lanzamiento de Blai Mallarach que no pudo entrar y nos mandaba directamente a la lotería de los penaltis. En los penaltis, cada lanzamiento (tanto de los húngaros como de los españoles) era una lección de cómo se debe tirar desde los 5 metros, y tuvo que ser en el último suspiro cuando una gran parada de Soma Vogel otorgó el oro a la anfitriona Hungría. A pesar de no haber podido traer a casa el oro, impecable campeonato del equipo español, con un juego dominante, defensas de ensueño, y jugadas mágicas ante las mejores selecciones del mundo. Y es que, esta plata tiene color de oro, el que seguro llegará en los Juegos de Tokio este verano.

@jplazar7