¿Cómo prevenir las lesiones?

En un deporte como el nuestro es muy habitual que los jugadores suframos algunas lesiones que desgraciadamente nos pueden dejar fuera durante un tiempo; es por ello que aquí voy a recomendar diferentes actividades que nos darán una prevención

El waterpolo es el único deporte colectivo de contacto que se practica en el medio acuático por los numerosos agarres, empujes, y a veces, acciones ilegales durante los partidos (Colville & Markman, 1999). Por una parte, debido al contacto, existen un gran número de laceraciones, esguinces y/o fracturas. Por otra parte, el hecho de realizar continuamente lanzamientos, nado específico y/o patadas variadas, hace que el índice de lesiones aumente (Smith, 1991).

[bs-quote quote=»No sólo es interesante descubrir elementos que nos aporten conocimientos novedosos, sino también corroborar científicamente algunas de las rutinas que efectuamos por experiencia personal» style=»style-14″ align=»center»][/bs-quote]

Indudablemente, el hombro es el área con más peligro de lesión, debido a los numerosos movimientos derivados de la natación que se emplean para desplazarse con y sin balón, los cuales suponen una mayor fatiga en los manguitos rotadores (Smith, 1998); y a las acciones específicas que provocan que esta musculatura tenga un papel importante, tales como el lanzamiento, en ataque; y el bloqueo, en defensa (Jerosch et al., 1993).

Los patrones

Asimismo, se han distinguido diferentes patrones de lesiones en las diferentes posiciones de juego. En este sentido, se ha observado un mayor número de lesiones en la zona cervical y del cuello en los boyas o atacantes, debido al excesivo contacto; en los hombros y dedos de la mano en los jugadores que forman la corona tanto en ataque como en defensa por los pases, lanzamientos y bloqueos y; en los codos y el cuadrado lumbar en los porteros, a consecuencia de las numerosas hiperextensiones que efectúan para realizar las paradas.

En relación a la prevención de lesiones, nos encontramos que el campo de estudio es todavía limitado comparándolo con otras disciplinas, por lo que nos vemos con la necesidad de estudiar avances publicados en modalidades con las que poseemos transferencias directas, tales como la natación o el balonmano. Precisamente, gracias a la literatura científica, podemos sacar varias conclusiones interesantes por su aplicación práctica, sencilla e inmediata. Así, encontramos, entre otras:

  • Aplicar un entrenamiento de fuerza formativa y global, para desarrollar y consolidar las adaptaciones anatómicas y estructurales sobre la columna vertebral y las extremidades inferiores, ya que éstas son las estructuras con más sobrecargas durante la mayoría de los gestos deportivos, por medio de ejercicios multiarticulares u olímpicos, tales como la sentadilla o las cargadas, además de un trabajo de flexibilidad (Faries & Greenwood, 2007).
  • Fortalecer las zonas o grupos musculares más susceptibles de dañarse e importantes en el rendimiento de los deportistas (Meir, Diesel & Archer, 2007), destacando el papel de la musculatura antagonista y estabilizadora.
  • Incluir el entrenamiento de las funciones neurofisiológicas, en el que destacamos el trabajo de equilibrio, coordinación y velocidad de reacción (Kallinen & Markku,1995).
  • Antes de comenzar con cualquier ejercicio de intensidad moderada y/o alta, la opción ideal para prepararnos es realizar un calentamiento específico, puesto que es este método el que proporciona y genera demandas energéticas similares a la actividad (Shellock & Prentice, 1985).
  • Una mayor estabilidad en el core, región lumbo-pélvica del cuerpo, proporciona una mejor base para una mayor producción de fuerza en las extremidades superiores e inferiores, siendo imprescindible para un movimiento eficaz en acciones tan específicas como un lanzamiento o una patada (Willardson, 2004). De hecho, los ejercicios con la pelota suiza (fitball) son los más eficaces para su estabilidad (McGill et al., 2003).
  • Un músculo clave a trabajar es el abdominal transverso, principal músculo anterior que controla la estabilidad de la columna (Kibler, Press & Sciascia. 2006).
  • Es fundamental trabajar la fuerza, además de por sí sola, en combinación con la velocidad, aspectos coordinativos, toma de decisiones, y potencia es decir, simulando acciones o tareas específicas de la modalidad deportiva. Un programa de ejercicios con balones medicinales combinados con lanzamientos regulares puede ser una herramienta económica y funcional (Raeder et al., 2015).

Recuerdo que lo interesante no sólo es descubrir elementos que nos aporten conocimientos novedosos, sino también corroborrar científicamente algunas de las rutinas que efectuamos por experiencia personal. De todas maneras, seguiremos profundizando en este tema tan significativo e importante. “Que la curiosidad sea más grande que el miedo”.

También podría gustarte
¡Suscribete a WATERPOLISTA.com totalmente GRATIS!
Disfruta de todas las novedades que se publican en WATERPOLISTA.com y muchas ventajas que irás recibiendo semana tras semana.