Y la política se tiró a la piscina

El rocambolesco España - Israel que se celebró ante poco más de 30 personas tambaleó los cimientos del espíritu deportivo

Se hace difícil negar la omnipresencia de la política en el día a día actual. El deporte, fiestas populares, conversaciones cotidianas, series de televisión, etc. La política siempre acaba por entrometerse en debates, discusiones y asuntos de todo tipo. No obstante, eso no significa que verlo todo en clave política sea lo más saludable para una buena convivencia. Eso mismo ha ocurrido con el partido entre las selecciones femeninas de España e Israel de Liga Mundial (11-5), el cual se acabó jugando a puerta cerrada en el CAR de Sant Cugat tras estallar un conflicto diplomático. La piscina de Molins de Rei era donde se tenía que disputar el encuentro desde un principio, pero la presión de grupos como BDS Catalunya, el grupo catalán de apoyo a la campaña internacional Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra Israel y el partido antisistema CUP de Molins de Rei, acabó por suspender el partido.

La segunda opción fue la piscina Sant Jordi de Barcelona. Al tratarse de un equipamiento municipal, la propuesta no tardó en recibir el rechazo de la CUP-Capgirem, que a través de su concejala municipal Eulàlia Reguant instó al Ayuntamiento a descartar la opción de que el partido se jugase en la Sant Jordi. “Las selecciones deportivas son herramientas de construcción nacional, y en el caso de Israel se trata de una construcción nacional forjada a sangre y fuego en territorio colonizado”, declaró Reguant.

“Waterpolo no es política”

Las reacciones de las afectadas no tardaron en llegar. La propia Maica García hacía un tuit horas antes de jugarse el encuentro con “Waterpolo no es política”, tuiteaba la boya del Club Natació Sabadell. El mensaje recibió más de 30 “retuits” y 130 “me gusta” y fue apoyado por otras componentes del combinado nacional como Marta Bach o Helena Lloret. El tuit también recibió el apoyo institucional de la Federación Española y el propio director de marketing, Santiago García.

Otra de las jugadoras importantes de la selección, Bea Ortiz, fue un poco más allá en su valoración sobre la polémica. “El waterpolo es un deporte minoritario para aquello que les interesa”, dijo en Radio Sabadell. Según Ortiz, la gente que creó el problema “no tenía interés ninguno en un partido de Liga Mundial”. “Es muy lamentable y triste mezclar política con deporte”, sentenció. Patri Herrera, ex portera de la selección española, también quiso opinar sobre el tema a través de Twitter. La madrileña reivindicó el deporte como “deporte y nada más, por encima de la política, las razas y las religiones”.

twitter-bird@marti_cerca

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